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Antonio García Prieto

Madrigal de la Vera 1908 - Jarandilla de la Vera 1984

Narración: Isabel Rodríguez Durán

Don Antonio García Prieto
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El joven Antonio García Prieto estudia el bachillerato en el Colegio de los Escolapios de Alcalá de Henares.

Finalizada la etapa escolar, y aunque mostraba gran facilidad para las artes, se decanta muy pronto por la Medicina, demostrando una vocación temprana por esta disciplina y su aplicación práctica, realizando en la Universidad Complutense de Madrid con eficiencia los siete cursos que entonces tenía la carrera de Medicina.

De aquella etapa universitaria, su compañero de curso Eduardo Ortiz de Landázuri y más tarde Catedrático de Patología Médica, manifestaba que Antonio era estudioso, serio, reflexivo, recto y alegre.

Acabada la carrera de Medicina, el ya doctor empieza a trabajar en Madrigal de la Vera hasta aproximadamente 1935. Ese mismo año se casará con Josefina Segura en Guadalupe. Muy pronto adquiere prestigio fruto de su profesionalidad y de disponer para el diagnóstico de unos medios poco frecuentes en la medicina rural: rayos X, laboratorio para análisis clínico, el diagnóstico mediante el microscopio.

En torno a 1935, el Dr. García Prieto, tras aceptar la propuesta que le hizo una comisión encabezada por el entonces alcalde de Jarandilla, D. Abelardo Muñoz, se traslada a esta villa para el ejercicio de su actividad profesional. En el nuevo destino se le conocerá como D. Antonio, “el médico nuevo”. En estos años el panorama sanitario en la comarca de la Vera era muy precario. Con ello, las enfermedades se propagaban libremente siendo el paludismo la que con mayor fuerza afectó a la comarca. El Dr. García Prieto participa con intensidad en la lucha contra esta enfermedad, dando continuas muestras de humanidad y profesionalidad.

Hombre de grandes inquietudes, desarrolla a lo largo de toda su vida una sostenida actividad intelectual centrada, sobre todo, en los avances de la Medicina, y en particular en los nuevos modos de diagnóstico. No obstante, su interés se extendía, más allá de su campo profesional, a la música, la pintura, pasando por la arquitectura (muy interesante su participación en la planificación arquitectónica de la casa familiar en estilo vascofrancés, en 1944).

Médico titular de la Seguridad Social de Jarandilla de la Vera, realiza, por oposición celebrada en Madrid hacia 1950, el acceso a la condición de Médico Forense de Jarandilla.

Socio, desde sus comienzos, de la Asociación de los Caballeros de Yuste, en 1958.

En 1964, el Dr. García Prieto accede a la alcaldía de Jarandilla (1964-1976). Diversas debieron ser las razones que le llevaron a aceptar el cargo, pero prevalecieron, sin duda, su deseo de contribuir al “bien común” del pueblo, el afán de servicio a los demás y un acentuado sentido de la responsabilidad cívica.

Como alcalde, su legado fue ingente y de envergadura, ayudado en su labor por numerosos colaboradores entre los que merece mención especial el secretario del Ayuntamiento, D. Manuel García Castaño.

Las realizaciones fueron sobre todo urbanísticas: infraestructuras (alcantarillado, suministro de agua potable, apertura de nuevas vías urbanas), construcción del nuevo Ayuntamiento, laboriosas gestiones para convertir el castillo donde se alojó Carlos V en Parador Nacional de Turismo, la piscina municipal, obras de embellecimiento (jardines), el monumento a la Madre (de homenaje) y otras realizaciones.

Con su labor desde la Alcaldía propició que Jarandilla accediera, desde el punto de vista del urbanismo, a la contemporaneidad; pese a eso, él siguió siendo un médico rural, su verdadera vocación y pasión, que ejercía a la par de la función de alcalde.

Llama la atención cómo la figura “menuda” de D.  Antonio G.P. va creciendo tanto en lo personal como en lo profesional, a medida que se ha ido desvelando su andadura vital. A la postre se evidencia que, por encima de todo, sobresale una persona con unas cualidades humanas excepcionales.

No dudamos que Jarandilla deba reconocimiento a algunos de sus “hijos” meritorios, pero tenemos la certeza de que uno de ellos es, D. Antonio García Prieto.

En numerosas ocasiones, el mérito de muchos está, simplemente, en ser capaces de reconocer el mérito de uno de ellos.

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Para mayor información sobre la vida de D. Antonio García Prieto, recomendamos leer la entrevista a sus hijos José Antonio y Mari-Carmen García Prieto, realizada por la Asociación Badila en febrero de 2020.

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