Dicen que Dña. Soledad, nació tan pobre que, por no tener, no tenía ni fecha de nacimiento.

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Soledad Vega Ortiz, “La Jesusa”, nace en el seno de una familia muy humilde, se dice, que se dedicaba a recoger los cagajones de los animales para hacer abono.

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Emigra a Madrid y se casa con un huésped de la pensión en la que trabajaba de criada. Enviudó muy pronto.

Contrae matrimonio con D. Manuel García Gutiérrez, hombre acaudalado que regentaba la cantina del Palacio Real. La nueva situación permite a Dña. Soledad junto con su marido desarrollar una intensa labor de beneficencia, sobre todo, con los más necesitados de su pueblo natal. En 1911 compran y reconstruyen el castillo de Jarandilla. No tienen descendencia.

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Viuda de nuevo, intensificó su acción benéfica como muestra de su solidaridad y generosidad con los más desfavorecidos. Muere en Madrid en 1948, y está enterrada, junto a su segundo marido, en la Iglesia de San Agustín de Jarandilla.

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En su testamento dejaba su patrimonio a una Fundación benéfico-educativa que debía crearse en Jarandilla y que se ocuparía de la educación de niños y niñas, así como adultos más pobres.

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En 1960 se crea, por fin, la Fundación “La Soledad y San Manuel”, y más tarde un Colegio de Enseñanza Media y otro de Formación Profesional (ambos hoy inexistentes).

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¿Qué ha sido de la Fundación y qué queda del patrimonio legado por Dña. Soledad? Tememos que menos de lo que la generosidad de Dña. Soledad merece.